ⓋⒾⒶⒿⒺ Ⓐ ⓉⒶⒾⓌⒶⓃ (DICIEMBRE 2024)

¡Buenas a todos! Me llamo Pablo. He decidido escribir en esta página con la intención de documentar mis viajes. Pienso que es una buena forma de archivar fotos y pensamientos que me llevo de ellos y, además, puede ser una lectura interesante para la gente interesada en los destinos de los que escriba.

En esta ocasión voy a escribir de Taiwán, mi viaje más reciente. Antes de nada, quería aclarar una serie de cosas.

La primera de todas, es que por diversas obligaciones tuvo que ser un viaje más corto de lo que me gustaría. Fui desde el 1 al 10 de diciembre de 2024 (contando los días que cogí los vuelos) Con el tema de los vuelos, ya sabéis que esos días se quedan en menos, pero yo pienso, como suelen decir en podcasts de viajes como el de Japonismo, que en estos casos mejor ir, aunque sea poco tiempo, que quedarse en casa.

La segunda, es que en este viaje iba a pasar tiempo con amigos locales. Mis amigos tenían una serie de obligaciones, por lo que tampoco podían viajar a cualquier sitio de la isla a placer. Eso significa que estuve todo el tiempo en Taipéi y Nueva Taipéi. De nuevo, en una situación ideal hubiera podido viajar por diversos puntos de Taiwán con ellos. Sin embargo, me lo he pasado genial, así que me guardo otros destinos y sitios que ver para próximos viajes.

Por último, todo lo que voy a comentar son mis impresiones y experiencias personales. Cada uno tiene una forma de ser y una forma de ver las cosas, por lo que no considero que nadie tenga la verdad absoluta. Por ello, tomad lo que diga como un punto de vista más, no como algo incontestable. Además, os animo a visitar cualquier destino que os llame la atención para experimentarlo por vosotros mismos.

Además de todo esto, decir que las fotos que voy a incluir las he hecho yo mismo en su mayoría, y en algunos casos las tomaron mis amigos. De forma puntual he incluido alguna foto sacada de internet. En esos casos, indico la fuente.

Con todo esto aclarado, ¡comienza el viaje!



Para este viaje cogí Turkish Airlines. Desde mi aeropuerto de origen no había vuelos directos a Taipéi, así que tuve que hacer escala en Estambul. No tuve que pensármelo mucho a la hora de escoger los vuelos que iba a tomar puesto que las otras opciones disponibles tenían un tiempo total de vuelos y escalas mucho más largo y a horas incómodas, aparte de ser más caros. Evidentemente, todo esto dependerá del aeropuerto desde el que salgáis. Habrá distintas opciones a precios diversos y con diferentes tiempos de escala.

La experiencia con Turkish Airlines en general fue buena. La comida, de estilo mediterráneo, estaba sorprendentemente rica, y solían tener dos opciones a escoger. Aparte, cuando comprabas el vuelo te daban la opción de coger algún menú especial (vegetarianos, etc), pero yo no cogí ninguno de ellos, así que de esos no puedo opinar. Después de las comidas ofrecían gratuitamente té, café u otra bebida. Además, en los vuelos largos te daban una botella de agua.

En el vuelo hasta Estambul, de unas 4 horas, nos dieron una comida, y en el vuelo de Estambul a Taipéi, dos comidas.


En el vuelo de Estambul a Taipéi también proporcionaban cojín, mantas, auriculares, y un neceser de diseño con unas zapatillas de casa, pasta de dientes, cepillo, antifaz, calcetines largos y bálsamo labial.

Sin embargo, no todo fue bueno. Algunas de las cosas a mejorar fueron que en el vuelo de ida hasta Estambul, antes de despegar hacía un calor exagerado en el avión. Por otro lado, en los vuelos de Estambul a Taipéi, en la clase economy, el espacio para las piernas no me pareció ninguna maravilla. Si que es verdad que mi último vuelo a Asia lo cogí hace ya años, así que igual mis recuerdos me están engañando, pero recuerdo que podía estirar las piernas mejor en esa ocasión.

Por otro lado, si bien tenían películas bastante recientes y famosas, y mucho material en castellano, me encontré también muchas series que solo estaban en inglés con subtítulos en turco, como The Office.

                                                      Aeropuerto de Estambul (IST)

También me llamó la atención que en el vuelo de ida a Taipéi los distintos anuncios durante el vuelo también estaban en mandarín, sin embargo en el de vuelta no. No es algo que a mi me afecte, pero me pareció extraño ya que en el vuelo de vuelta también había muchos taiwaneses, muchos de ellos mayores. El aeropuerto de Estambul para hacer escalas es moderno y cómodo. En una de las escalas tuve que volver a pasar un control de seguridad, aunque no duró mucho.

En resumen, en general la experiencia fue buena con Turkish Airlines, pero hay algunos puntos a mejorar.

Ya en Taiwán, llegué al aeropuerto de Taoyuan, el aeropuerto al que llega la mayoría de gente que viaja a Taiwán. Pasa como con el aeropuerto de Incheon en Corea del Sur, no está exactamente en la capital, hay que coger algún medio de transporte si queremos llegar en este caso a Taipéi.

El aeropuerto es muy moderno y limpio. Algo que me resultó gracioso es que antes de pasar inmigración, había carteles de que no se podía entrar carne en el país, y te advertían de las posibles multas, pero todo ello con un meme de un perro, similar a esta imagen:

                                                        Fuente:https://web.customs.gov.tw/

En Taiwán, por lo que he visto, se tira mucho de cartelería cuqui y con memes para informar a los ciudadanos. Hay un proyecto súper curioso de un investigador español-paraguayo en Taiwán, Jacinto (Sus cuentas son hashinlog y taike_ai en Instagram), que archiva cualquier tipo de cartelería o elementos kawaii que se encuentra. Os recomiendo echarle un vistazo a alguna de sus cuentas en redes sociales.

Si sois españoles no necesitáis visado para hacer turismo en Taiwán, y podéis estar hasta 90 días. Lo que si necesitáis es rellenar la Arrival Card, o Tarjeta de Llegada. Os recomiendo hacerlo antes del viaje, como yo hice, pero vi a gente que estaba rellenándola en la cola antes de pasar inmigración, escaneando un QR.

Sin embargo, me parece que tienen que mejorar eso un poco. En el camino hacia inmigración no me encontré lugares para rellenar una arrival card física, y vi a un par de personas que tuvieron que pedirla en algún sitio y rellenarla en la cola como pudieron.

Antes incluso de pasar inmigración había un pequeño puesto donde vendían tarjetas sim, y allí compré la mía para no tener que estar luego buscando tiendas donde vendieran sim. Eran todas con datos ilimitados. En mi caso, me cogí una de 10 días a velocidad 4G, y me salió por unos 15 euros. La operadora era Taiwan Mobile. La verdad es que no tuve ningún problema con los datos ni con la cobertura, así que genial. Mi móvil no acepta esim, así que desconozco el precio que tienen, pero si el vuestro acepta también es algo que podéis valorar, para mayor comodidad.

Pasar inmigración, aunque había cola, fue rápido. Te hacían lo típico, cogerte dos huellas dactilares y hacerte una foto. Además te ponían un sello en el pasaporte, cosa que cada vez es menos común hoy día y que se agradece porque siempre mola tener los sellitos de los países que has visitado en el pasaporte.

Os recomiendo, antes de emprender vuestro viaje a Taiwán, que os registréis en la página de “Taiwan, The Lucky Land”, oficial de la administración de turismo de Taiwán, para entrar en un sorteo. Los premios a elegir son 5000 dólares de Taiwán (unos 147 euros) o cupones para hospedaje. Cuando hayáis pasado inmigración y estéis a la zona de llegadas, os encontraréis unos kioscos dónde leer el QR que os habrán proporcionado para el sorteo y ver si habéis ganado. En mi caso, por desgracia, no hubo suerte.

Os recomiendo encarecidamente que os hagáis con una easycard, que es una tarjeta de transportes, iguales a las que suele haber en cualquier gran ciudad del mundo. Es equivalente a la suica japonesa o la t-money coreana. De esa manera, podréis pagar el metro sin tener que estar todo el rato comprando billetes individuales. Simplemente recargáis la tarjeta en alguna máquina (¡que tienen idioma español en Taipéi!) y ya. La tarjeta funciona también en otras ciudades, no solo en Taipéi.

                                                Fuente:https://www.easycard.com.tw/en/easycards

El metro del aeropuerto de Taoyuan al centro de Taipéi tardó unos 45 minutos.

Os recomiendo bajar la aplicación del metro de Taipéi (llamada “Go! Taipei Metro”) y la del aeropuerto de Taoyuan (“Taoyuan Airport) Ambas están en inglés (aunque alguna vez os pueda salir alguna cosa en mandarín) y cuentan con muchísima información que os puede ser de utilidad.

Tengo que decir que para el metro Google Maps también funciona bien. No vais a tener problemas para usar Google Maps en Taiwán, no es como el caso de Corea en el que muchas veces va a ser más conveniente usar Naver Map o Kakao Map.

Me encantó el metro de Taipéi, la verdad. Limpio, organizado, moderno y bien señalizado. Es muy sencillo de usar. Además, al ser Taipéi una ciudad más pequeña que Seúl, por ejemplo, las estaciones también lo son, por lo que es más rápido moverse en ellas.

En mi caso, llegué a Ximending, ya que me alojaba cerca de ahí. Ximending está en pleno centro, y es la zona probablemente más famosa de la ciudad. Para los que conozcáis Japón, Ximending ha sido muchas veces calificada como “la Shibuya de Taipéi”

Es una zona llena de tiendas de todo tipo, includas tiendas de souvenirs, tiendas de bebidas, de ropa, puestos de comida, restaurantes, entre muchas otras cosas más.

Y cómo os podéis imaginar, sí, también tiene muchas luces y letreros coloridos.

Era de noche, así que tras llegar al hotel y dormir, el siguiente día tocaba ir hacer ya cosas. Eso sí, con calma porque el jet lag me pegó fuerte.

Lo primero que hice fue quedar con un amigo local en su universidad, que curiosamente estaba cerca del palacio presidencial, construido en 1919 por los japoneses cuando Taiwán era una colonia japonesa para que funcionara como sede del gobernador colonial y su gobierno. Diseñado por el arquitecto japonés Uheiji Nagano, se considera un ejemplo de arquitectura barroca neoclásica del s.XIX. En la página oficial del palacio presidencial podéis encontrar mucha más información.

Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Presidential-Palace-(Taipei).png

Tras ello, fuimos un restaurante llamado Taiwan Buffet, un restaurante de precio económico para estudiantes y trabajadores. La comida, por el precio estaba bien. Personalmente, me gusta ir a este tipo de restaurantes cuando viajo a otro país para ver el tipo de comida que come mucha gente en su día a día.

A lo largo de este artículo os voy a ir poniendo fotos de comida que hicimos tanto yo, como mis amigos. Todavía me queda mucho por aprender de cultura gastronómica taiwanesa, pero tengo que decir que la mayoría de cosas que probé me encantaron.


Cerveza taiwanesa "Taiwan Beer"

Ya por la noche, nos fuimos para Ximending. Hicimos de todo, tanto hacernos la típica foto en el paso de cebra con la bandera arcoiris, como usar las máquinas de gancho, visitar tiendas de todo tipo, hacernos fotos en los típicos fotomatones coreanos, y también fuimos al Don Quijote, una tienda japonesa que ocupa un edificio entero y que se encuentra en diversos países. Mientras que en Japón se centra en vender todo tipo de artículos, desde cosas útiles hasta artículos de lo más variopintos, en Taiwán parece centrarse más en la venta de productos típicamente japoneses, incluyendo comidas y bebidas, cosméticos…en Taiwán, la tienda se llama Dondon:Donki. Tienen una cancioncilla de fondo que os aseguro que no se os va a quitar de la cabeza.

Productos de Doraemon, entre otros
Tenían unas bandejas de sashimi y mencionaban que uno de los pescados lo traían de España.
Distintas marcas de whisky japonés. En otras zonas también había cerveza Orion de Okinawa, entre otras.

Una cosa que me gustó de Taiwán es que en las tiendas de conveniencia, así como en otro tipo de establecimientos, puedes encontrar tanto productos taiwaneses (obvio) como productos coreanos y japoneses, y no estoy hablando de unos pocos, lo cierto es que hay bastantes. Por lo que, si te gustan también los productos de estos países, estás de suerte.

Zona de productos de higiene en tienda de conveniencia de la cadena FamilyMart

Al día siguiente fuimos a ver algo que llevaba mucho tiempo deseando ver. Cómo sabéis, los capibaras se han vuelto súper famosos en todo el mundo gracias a las redes sociales. En España y Portugal, cuando he visitado diversos zoos, he visto que gustan, pero la obsesión en Asia va más allá, en Taiwán es súper común (a fecha de diciembre de 2024) encontrar peluches y demás “merchandising” de capibaras.




Del mismo modo, hay muchos más sitios en los que ver a capibaras en persona. He visto unas cuantas granjas en las que los tienen. En este caso, fuimos a una en Taipéi. Tenían dos capibaras, y unos patos. Los capibaras contaban con su propio estanque y el lugar tenía una zona de cafetería donde podías tomarte algo (tematizado con capibaras, por supuesto)

Se podía alimentar a los capibaras y estaban muy tranquilos (lo que sale en redes sociales de que son tranquilos es verdad) Fue toda una experiencia alimentarlos y verlos desde tan cerca, ya que en Europa los había tenido que ver siempre detrás de una valla.

A la salida, algo curioso, cerca había un McDonald's. En Taiwán conservan el branding rojo, al contrario que en Europa donde el color corporativo es el verde oscuro. No comí ahí, pero me acerqué a los kioscos electrónicos para ver si había mucha diferencia con los McDonald's en España, ya que en internet había visto que en otros países había opciones en ocasiones muy diferentes. Tampoco es que sea un experto, pero lo que me encontré era idéntico a lo que te podías encontrar en cualquier McDonald's, con la excepción de uno o dos productos exclusivos de Taiwán, al menos en el restaurante al que yo fui.

Luego también me acerqué a una tienda llamada Poya (un nombre que suena un tanto curioso en español, por decirlo suavemente) En esta tienda, había un montón de productos diferentes, desde productos de cosmética hasta snacks y bebidas alcohólicas. Como menciono, había muchos productos japoneses y coreanos también.



Esa tarde estaba solo, así que decidí ir a algún sitio donde hubiera videojuegos, ya que me interesaba ver que tenían en Taiwán en ese sentido.

Busqué en Google Maps, y me encontré un edificio entero dedicado exclusivamente a videojuegos, figuras, gachapones y similares, todo relacionado con la cultura del anime, manga y videojuegos de Japón, aunque también había, por ejemplo, videojuegos occidentales. Parece que la consola que tenía más éxito era Nintendo Switch, seguida de PlayStation. Sin embargo, de Xbox no vi nada.


Tras ello, me di una vuelta por todos los callejones del centro de Taipéi, y intenté fijarme en las distintas tiendas, puestos de comida y restaurantes que había.


Al igual que en otras urbes de Asia Oriental, a ojos occidentales esos callejones resultan súper llamativos con la cantidad de carteles luminosos y establecimientos presentes.


A continuación, me acerqué a la Casa Roja de Ximending, que está muy cerca del paso de cebra con la bandera LGTB.

Se construyó en 1908 durante la ocupación japonesa, y fue diseñada por el arquitecto japonés Kondo Juro. Durante esa época, se usó como mercado y centro comercial.

Desde 1945, se usó como teatro. A día de hoy se usa para promover las industrias culturales y creativas. Lo cierto es que la historia de este edificio es sumamente interesante, por lo que os recomiendo leer este artículo del Taipei Times donde se explica todo con sumo detalle. Hay algún dato rocambolesco que seguro que no os esperáis.

(https://www.taipeitimes.com/News/feat/archives/2024/12/15/2003828516)



En el siguiente día, me centré en el distrito financiero de Xinyi, lugar donde se encuentra el famoso Taipei 101. Este distrito es bastante moderno, y en las fechas en las que fui se encontraba lleno de luces navideñas, así como un árbol de navidad grande.

De mismo modo, podías encontrar tiendas famosas como Pull&Bear o Muji, así como centros comerciales, destacando por ejemplo el Shin Kong Mitsukoshi. Por esta zona también se encuentran una Apple Store, o el Pokémon Center de Taipei. Tengo que decir que este distrito me gustó bastante por su infraestructura actual y por las tiendas conocidas con las que contaba, además de las decoraciones navideñas y la limpieza.


Si os preguntáis qué hay en el Taipei 101, es básicamente un centro comercial, al menos las zonas a las que yo accedí. También tiene un mirador, aunque no fui ese día, lo dejé para más adelante. Además, había una exposición de arte relacionada con el Taipéi 101. En días posteriores volvimos a este rascacielos tan imponente, que de 2003 a 2009 fue el más alto del mundo.



Esa noche fuimos a cenar a un conocido restaurante, Chun Shui Tang. Me pedí unos fideos con aceite de sésamo que estaban bastante buenos. Y ya, tras la cena me fui a comprar unos cuantos souvenirs y de vuelta al alojamiento.

A la mañana siguiente, me encontré con un bar con un nombre la mar de curioso...

Tras estar comprando unas cuantas cosas por la mañana, llegada la tarde fuimos a la Plaza de la Libertad. En la Plaza de la Libertad se encuentran la Sala de Conciertos y el Teatro nacionales, así como el Salón Conmemorativo de Chiang Kai-shek. La verdad es que tanto la Sala de Conciertos como el Teatro sorprenden bastante, siendo más grandes de lo que parecen en fotografías. Se terminaron de construir en 1987, por lo que son relativamente recientes.

Por desgracia, a la hora que fuimos ya estaba cerrado el Salón Conmemorativo de Chiang Kai-shek. Este se terminó de construir en 1980 y tiene 76 metros de altura.





Tras estar ahí, fuimos a la zona en el distrito de Zhongshan donde está ubicado el centro comercial Shin Kong Mitsukoshi Taipei Nanxi Store. Hay varios edificios pertenecientes al centro comercial. En ellos, pudimos comprar regalos para traer de vuelta a España. Todo esto estaba situado en la calle Nanjing West Road. 

Justo en la estación de metro de Zhongshan, nos encontramos con dos calles a los lados. Voy a poner los nombres de las mismas en inglés porque así es como os saldrán en Google Maps. Las calles son Lane 18, Nanjing W Rd y Alley 2, Lane 19, Chang’an West Road. Justo entre entras dos calles hay una zona peatonal con muchas luces decorativas (al menos en navidad) y con mucho ambiente juvenil y puestecillos. Os recomiendo pasear por allí, el ambiente que había me encantó. Si camináis hasta el final os encontraréis el Taipei Metro Mall, un centro comercial subterráneo. Ahí encontré una librería que tenía varios libros para aprender español, me resultó súper curioso.



Para el día siguiente teníamos como plan ir a un karaoke con amigos en Nueva Taipéi y visitar un mercado navideño ahí.

Nada más llegar al Nueva Taipéi, nos bajamos del metro en el distrito de Banqiao, que al menos en las partes que yo vi, me pareció moderno y limpio.

De camino al KTV (así se le llama a los karaokes en Taiwán) me sorprendió un templo que vi de grandes dimensiones, llamado Templo Miaoyun. Es un templo taoísta iluminado de forma bastante espectacular cuando cae la noche. Por desgracia, íbamos con prisa al KTV, pero sin duda es un sitio que me gustaría visitar en el futuro para descubrir que tiene en su interior. Si es tan bonito como el exterior, será una auténtica pasada.


En el KTV la sala era grande y servían comida y bebida. Mis amigos pidieron unas salchichas con patatas fritas y otras frituras, además de agua y tés.

Si vais a cualquier lugar de Asia oriental no os podéis perder la experiencia de los karaokes.

Hay muchos formatos, desde karaokes donde puedes reservar por horas hasta sitios donde puedes pagar por canción y te puede salir más económico si solo quieres estar un ratito y no comer ni beber nada.

Luego de eso, fuimos a la Plaza Cívica de la ciudad de Nueva Taipéi, en la que había un mercadillo navideño alemán. Obviamente, si vais en una época que no sea Navidad no vais a encontrar nada de esto, ni tampoco estoy seguro de que hagan un mercadillo navideño todos los años, aunque seguramente lo que sí que haya sean decoraciones festivas. Además de los puestos, había un escenario con pantallas donde se mostraban motivos navideños, además de un par de árboles de Navidad de gran tamaño perfectos para hacerse fotos solos o acompañados.


En general, eran numerosas las luces navideñas y otras decoraciones, por lo que no eché en falta ese ambiente con respecto a Europa, aunque lógicamente en Europa las calles están más decoradas al ser una fiesta más tradicional en nuestro continente.

Tras ello, de vuelta en Ximending, vimos un restaurante de lo más...interesante (y escatológico). Si os fijáis bien en la foto, sabréis porque digo esto. Tengo constancia de que ha aparecido en programas del estilo “españoles por el mundo”.

Luego de eso, nos pasamos por el templo Tianhou, que estaba muy cerca de mi alojamiento. Las puertas eran muy chulas, además contaba con numerosas lámparas y figuras.




A este templo también se le conoce como el Templo de Mazu de Ximending, ya que la deidad principal en el mismo es Mazu, diosa protectora de marineros y pescadores. Es uno de los tres mayores templos del periodo Qing en Taiwán. Además, es el único templo en la isla en el que se rinde culto a la deidad Hongfa Dashi.

El día 8 de diciembre, quedé con otro amigo y fuimos a un centro cultural, a un mercadillo internacional y a un centro comercial cercano al Taipei Dome. En el Taipei Dome había ese día un concierto de Jay Chou, un artista súper famoso en el mundo sinoparlante. Había mucha gente fuera que se había quedado sin entrada intentando encontrar a alguien que vendiera sus entradas, para ello usaban pancartas o el móvil con un texto en grande.

Fuimos al Songshan Cultural and Creative Park, donde estaban vendiendo muchos artículos hechos a mano. Es un lugar donde, cómo su nombre indica, se llevan a a cabo muchos eventos culturales, mercados, y exposiciones creativas.

Más tarde fuimos a un mercadillo internacional, que se celebraba debido a que era el día de los migrantes. Podías encontrar puestos de gente de muchas nacionalidades, desde Vietnam, hasta Austria.

Así mismo, había actuaciones de migrantes. Mi amigo y yo vimos un par de canciones tradicionales que cantaron personas de Malasia.

Tras ello, fuimos a un centro comercial cercano al Taipei Dome, como he mencionado antes.


El centro comercial contaba con un montón de decoraciones preciosas para comprar. También me resultó súper interesante ver la sección de libros y revistas, así como la sección de souvenirs donde compré varias postales para amigos. Además, vendían algunos whiskies japoneses que no había visto nunca antes, y también whiskies taiwaneses.



Ese día habíamos comprado unas entradas para ir al mirador del Taipei 101, pero cuando fuimos nos dijeron que la visibilidad era cero, porque estaba muy nublado, por lo que nos recomendaron que volviéramos al día siguiente. Por suerte, nos comentaron que no había ningún problema con usar la misma entrada, por lo que no tuvimos que comprar una nueva.



Al siguiente día, por la mañana, por fin pudimos ir al mirador del Taipei 101. La verdad es que me gustó bastante. La entrada no es precisamente barata (unos 18 euros) pero ya que estaba ahí, había que aprovechar. Además, al ser diciembre te daban un calendario para el año siguiente bastante chulo.

El ascensor para subir es de los más rápidos del mundo, o al menos lo era cuando se inauguró. Por ello, es recomendable bostezar o tragar saliva para mitigar el cambio de presión en los oídos. El edificio mide 508 metros, así que no es poca cosa.

La zona del mirador estaba cubierta y tenía una pequeña cafetería donde vendían bebidas. Aparte de eso, podías subir un poco más unas escaleras a lo más alto del todo. Esa parte era al aire libre, pero no se podían ver tan bien las vistas (a no ser que seas muy alto).

Cuando visitas el mirador, también puedes ver la gran esfera pensada para proteger al edificio de seísmos. Está hecha de acero y pesa 730 toneladas. La esfera se mueve de un lado a otro durante tifones o terremotos, y ese movimiento es el que absorbe las sacudidas violentas.

                                                                    La famosa esfera


Por la tarde, cuando ya se estaba poniendo el sol, fui al templo Longshan. El templo fue construido en 1740, durante la dinastía Qing, y en él se venera a Guanshiyin, así como a otras deidades como Mazu y Guan Yu. El templo ha sido destruido y reconstruido numerosas veces debido a desastres naturales y a daños causados por el ser humano. La verdad es que es especialmente bonito cuando ya no hay luz solar y le ponen las luces.

     Fuente:https://en.wikipedia.org/wiki/Longshan_Temple_(Taipei)#/media/File:Lungshan_temple_Taipei.jpg                                                                                       Autor: BindiS

Como muchos sabréis, en Taiwán son famosos los mercados nocturnos, por lo que no podía desperdiciar la ocasión de ir a uno. En Taipéi hay varios, y yo en concreto fui al Mercado Nocturno de Ningxia.

Es relativamente pequeño (170 metros de largo). Eso sí, tened en cuenta que está llenísimo de gente, por lo que seguramente os va a tocar hacer cola y el entorno para comer no va a ser el más tranquilo. Pero esa es la experiencia de los mercados nocturnos, ¿no? El bullicio. En todo caso, si queréis encontraros con algo menos de gente, recomiendan ir de 17:00 a 19:00 o de 21:00 a 23:00.

Lamentablemente no tuve tiempo de fijarme en todos los puestos en profundidad, pero sí que os puedo decir que tenéis muchísimas opciones. Son famosas ahí, por ejemplo, las tortillas de ostras, aunque tengo que confesar que yo no las probé porque no soy muy fan de las ostras.

Por desgracia, el día siguiente ya tenía que coger los vuelos de vuelta.

En la última jornada del viaje volví a coger el metro para ir al Aeropuerto de Taoyuan. 

Un cartel precioso en la la Taipei Main Station

Cuando llegué a la zona de puertas de embarque me fascinó lo que vi, pues, al menos en la zona en la que yo estaba, cada puerta de embarque tenía una temática que mostraba la cultura local. Además, había algunas exhibiciones de arte y recreaciones de elementos icónicos.


Una auténtica pasada, como podéis ver en las imágenes.

Hasta aquí este diario de viaje. Ojalá hubiera sido un viaje más largo, con muchos más sitios, en más ciudades, pero mirándolo por el lado positivo, así tengo la excusa perfecta para visitar más veces Taiwán en el futuro.



¡Nos vemos en el próximo viaje!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Thank you for your introduction, very helpful